jeudi 19 mars 2009

Desde Salta, "la linda"!

Mi primer mensaje en castellano especialmente para San Isidro!Como lo ven, no escribí todavía sobre los tres meses en Buenos Aires pero por los menos van a tener la onda del Norte en vivo y directo.

Llegué después de 21 horas de viaje, en un ómnibus que tenía de coche cama solamente la almohada y la frazada. Pero bueno, las emociones del día anterior actuaron como un somnífero, dormí más de 13 horas!

En Salta, un chico me propuso ir a ver un hostal cercano y barato. Después de meses de viaje, el mochilero se acostumbra a estas alianzas y se convierte en un cliente exigente. Así que empecé a dar una vuelta por la ciudad con el chico para comparar con otro hostal que quedaba cerca...para finalmente volver y poner mis 20 kilos de piedras en el primero.

Luego de haber alimentado el corazón y la panza, me tomo un café y charlo un poco con los dueños y mochileros del lugar. Las experiencias de cada uno me parecen siempre divertidas e increíbles. Entre el francés que hizo toda la Patagonia haciendo dedo hasta el porteño que vuelve a sus raíces en Salta para trabajar y estudiar (de las 7 a las 11 de la noche, cada día).Cuando mi amiga alemana Judith, que conocí en una clase de tango, llegó nos pusimos a organizar los días siguientes. De una primera idea reloca (10 horas caminando en la quebrada de las conchas), pasamos a alquilar un auto. Dos daneses y el francés se agregan al grupo y estamos listos para salir mañana a recorrer entre la ruta 68, la ruinas de Quilmes y Cachi. Entre paisaje de desierto y viñedos, me parece que tenemos todo para disfrutar como uno merece!

Fin del día, paseamos en el centro lleno de arquitectura colonial para buscar un lugar con buena onda y comida rica y barata. Al placer de los ojos se añade el del estómago: entramos en el barrio de los bares, pedimos el menú de 7 pesos (potaje de lentejas, sopa de verdura y postre), una buena botella de vino y nos sentamos afuera... Ya sta, están en Salta, la vida al ritmo del Norte.